Con esta nota llegamos al final de esta breve explicación sobre la importancia de estos parámetros, en la primer entrega procuramos despertar el interés y hacer conciencia en el acuarista de las implicaciones que surgen cuando la salinidad y la temperatura no están en los rangos ideales.
En la segunda nota vimos la radiación adaptativa y la temperatura y en esta última nota veremos la salinidad y algunas consideraciones finales.
La concentración de cloruro de sodio, la sal común y silvestre de nuestras mesas de cocina, es el principal factor que determina la concentración de iones en el agua de mar, sin embargo, otros elementos disueltos también contribuyen a la concentración total de iones.
¿y qué tiene esto de importante para nuestros organismos marinos?
Para comprenderlo debemos entender un concepto y es que los organismos marinos son osmoconformadores. Esto significa que la presión osmótica de las células del organismo marino es igual (o casi igual) a la presión osmótica del entorno circundante, la del agua de mar donde vive.
Mientras los peces de agua dulce pierden sales y absorben agua a través de sus branquias, porque su concentración salina interna es mucho mayor a la del agua circundante, en los peces marinos, dado que el agua del océano es más concentrada en sales, principalmente por el cloruro de sodio, que las que el organismo marino tienen internamente en sus fluidos corporales, estas sales tienden a concentrarse en el interior del organismo y por ello los peces marinos deben estar constantemente bebiendo agua de mar pues la pierden muy rápido y como consecuencia de esa toma constante de agua incrementan el contenido salino en los fluidos del cuerpo.
Para prevenir la deshidratación el pez pasa permanentemente tomando agua y el exceso de sales debe de ser eliminado al estar concentrándose con cada tomada de agua, pero lograr esto le implica al pez un gasto importante de energía.
Tal vez para muchos acuaristas esto sea irrelevante en su aprendizaje, pero lo he explicado pues quiero que entendamos que por este proceso el organismo osmoconformador gasta una importante tasa energía en ello.
Los peces marinos eliminan ese exceso de sales a través de las branquias y del tubo digestivo por medio de la orina. Iones como el cloruro pasan del intestino a la corriente sanguínea y luego este es eliminado por las branquias, mientras que iones como el magnesio y el calcio permanecen en el intestino para luego ser eliminado por medio de las heces fecales.
Por lo explicado los animales que son capaces de regular la salinidad (u otros iones en proporciones menores) se denominan "osmoconformados" y su concentración iónica interna total es aproximadamente la misma que la de su entorno, sea la de los mares, océanos o la del agua del acuario marino.
Si la concentración de elementos disueltos en el agua del acuario difiere de su concentración fisiológica óptima, ello puede resultarle un daño al organismo marino. Cuanto más difieren las condiciones de salinidad, de su óptimo fisiológico al que evolucionó, el organismos marino sufre y debe destinar más energía en procurar una compensación y esta es energía se la quitará a otros procesos.
El promedio de densidad de los océanos es de 35 ppt (partes por mil) pero en el mar rojo la salinidad es de 40 ppt, en el caribe y en la zona del Gran Triángulo de Corales de 35 ppt y en el mediterráneo de 38 ppt.
Tratándose de los otros organismos frecuentes de nuestros acuarios como los corales, las anémonas, las estrellas de mar, pepinos, camarones, etc., también estos son osmoconformados y tienen capacidades muy limitadas para regular su salinidad interna y otros iones.
Para que tengan una mejor ideal del impacto en el consumo de energía que estos organismos deben hacer para compensar las diferencias, para las cuales su fisiología no evolucionó, los animales osmoconformes necesitarán usar más del 80% de su energía metabólica para mantener el equilibrio iónico celular interno.
Si para un organismo sano esto implica un gasto energético importantísimo imaginemos lo que le significa a un organismo enfermo que no tiene energía suficiente.
Mayormente los arrecifes coralinos están en salinidades que rondan los 35 y 38 ppt, sin embargo, como apunté antes en el Mar Rojo y en el Golfo Pérsico el promedio son los 40 ppt o incluso ligeramente más alto en algunas zonas de lagunas marinas que pueden rondar los 42 ppt.
La mayoría de los organismos, incluidos los osmoconformados, pueden sobrevivir a grandes variaciones fuera de su tolerancia fisiológica, eso sí, siempre que sean breves en el tiempo; si la variación se prolonga, y más cuando media un error de calibración de nuestros refractómetros o bien, en la sonda de salinidad, los llevaremos a estrés y luego a la muerte.
Recordemos que para el caso de las sondas de salinidad que estas básicamente son conductímetros, sea, que miden la conductividad eléctrica en una solución acuosa, que en nuestro caso es el agua de mar. Las sales disueltas en el agua se descomponen en iones cargados positiva y negativamente, por tanto, el agua tiene una capacidad para conducir una corriente eléctrica a través de los iones disueltos que mayormente son el cloruro de sodio para nuestro caso.
35 ppt (partes por mil) significa que en cada kilogramo de agua hay 35 gramos de sales disueltas, lo que corresponde a una gravedad específica de 1026 o una conductividad de 53 mS/cm (microSiemens por centímetro).
¿Por qué esta explicación de la sonda de salinidad?
Porque esa conductividad eléctrica en el acuario marino puede estar siendo alterada por todos los equipos eléctricos que tenemos funcionando en el acuario los cuales pueden generar una “distorsión” en la lectura de la salinidad y nos exponemos a estar engañados de la verdadera densidad salina. Estas "distorsiones" creadas por tanto equipo electrico en el acuario son la razón por la que muchos acuaristas tienen problemas para calibrar sus sondas, no las logran calibrar o bien pierden precisión.
Por otra parte, también debemos comprender que la densidad específica del agua de mar cambia con la temperatura y por ello les comparto la siguiente tabla:
Para mantener la salinidad de 35 ppt en nuestro acuario requerimos una temperatura de 24.4 ° C a una gravedad específica de 1.025
En la primer nota de este tema sobre la salinidad y la temperatura pusimos una encuesta sobre la densidad que usa el acuarista que visita el blog de Mi Arrecife y estos son los resultados:
Una densidad promedio de 1.026 es la mejor que podemos ofrecerle a nuestros organismos en el acuario, pero recordemos que conforme la temperatura sube el agua se vuelve menos densa.
Salvo por algún tratamiento por parásitos, que es de carácter temporal, en el caso de nuestros peces, y que no aplica para los otros organismos, no hay razón para mantener nuestros acuarios a salinidades bajas, sea por debajo de las condiciones naturales y normales de los arrecifes coralinos y para la cual los organismos evolucionaron y fijaron sus límites fisiológicos.
Todos los organismos de nuestro acuario marino sufrirán a densidades bajas si se exponen a periodos prolongados y los primeros en sufrir serán los invertebrados que simplemente morirán a los cuántos días o meses, en el mejor de los casos los más resistentes, como algunos corales blandos.
Recordemos, conforme explique en la nota anterior que según la radiación adaptativa los organismos por ese hecho tienen necesidades fisiológicas y biológicas muy específicas para ser mantenidos con éxito en el acuario, para un acuarista responsable el objetivo es que estos organismos vivan plenamente y no simplemente sobrevivan.