Uno de mis primeros corales allá por el año dos mil fueron las discosomas, este hongo es un "coral" blando muy bonito y resistente, sumamente apto para el acuarista que quiere iniciar con corales.
Mantenerlo no es nada complicado, soportan muy bien incluso variaciones bruscas de parámetros o rangos amplios de estos y son corales muy agradables a la vista que llenan el acuario con mayor belleza.
Aunque los podemos recomendar como "corales" para iniciar en el pasatiempo estos propiamente no son verdaderos corales, pertenecen al orden de los coralimorfarios y por tanto emparentados con las anémonas y los corales duros del orden scleractina. Se les llama corales falsos pues tienen la misma estructura interna de los corales del orden scleractina, pero carecen de los tentáculos largos propios de ese orden y en vez de estos tiene pequeñas protuberancias que no son retráctiles.
Estos hongos no solo los podemos tener en acuarios destinados a un biotopo de arrecife, sino también, en acuarios de solo peces que no podemos tener en un acuario de arrecife y esto porque los hongos no son apetecibles para los peces.
Las discosomas son sumamente fáciles de propagar, de hecho, me acuerdo cuando lleno de ilusión veía como se me estaban propagando en el acuario en aquellos años, pero luego de la ilusión llegó más bien la preocupación, pues su propagación ya se convertía en un problema, casi en una plaga que afectaba otros corales en esa lucha que se da en el acuario por la búsqueda del espacio.
Los corales blandos del orden coralimorfarios del género discosoma no tienen esqueleto formado por carbonato de calcio y dado que tienen un abanico de colores amplio, que incluso varía con la iluminación del acuario no solo son muy bonitos, sino también, fáciles de mantener, ahora súmele a ello que no son exigentes respecto de la calidad del agua.
Dado que tienen las anteriores fortalezas de sobrevivencia y que su alimentación mayoritaria es producto de sus zooxantelas simbióticas, que no son exigentes respecto la intensidad lumínica, se van formando condiciones ideales para su prolífera reproducción.
Claro está que algunas especies de discosomas pueden ingerir presas pequeñas e inertes tal cual lo hacen sus parientes las anémonas.
Cuando estos corales reciben alimentación directa de nuestra parte, el crecimiento de la discosoma se acelera y por alcanzar cierta talla el coral llega casi en automático su multiplicación, pues se dividirá en dos o tres nuevos organismos.
Si la multiplicación se sale de control, su proliferación puede volverse problemática y asfixiar a otros corales que también compiten por el espacio.
Propiamente la discosoma compite por el espacio de dos maneras a pesar de que
no es un coral agresivo, por un lado, crece muy rápido lo que le da la oportunidad de cubrir otros corales y privarlos de luz, quienes tienen estos corales podrán confirmar que llegan a extenderse mucho y luego se dividirá y estos clones crecerán nuevamente de forma rápida repitiendo el ciclo una y otra vez.
La otra forma de competir es haciendo contacto con otro coral más frágil y “quemarlo” con sus defensas químicas, por ejemplo, si contacta con alguna pavona o caulastrea. Para los que no sean más frágiles procurará privarlos de iluminación cubriéndolos.
Para ganar nuevos territorios las discosomas se pueden desprender de las rocas y se dejará transportar por las corrientes hasta que llegue a un lugar de bajo movimiento de agua y se pegará al sustrato o a alguna roca.
La plaga más común que afecta a las discosomas son las planarias, particularmente las planarias aeoloid, que también pueden afectar otros corales.
Estas planarias pueden ser removidas manualmente con un sifón o con algún tratamiento como el producto eXit de Salifert siguiendo sus instrucciones o bien, con algún controlador biológico como los labridos o la damisela Springeri.
Pero su facilidad de cuido no hace que se limite la tenencia de una discosoma a acuarios de principiantes, la belleza de estas anémonas hongo, anémonas disco o simplemente hongo o discosomas que por sus colores sólidos, con rayas o manchados, hace que también esté presente adornando en acuarios de aficionados avanzados.
Sin duda no importa cuántos años tengas en este pasatiempo, estoy seguro que si tuvieras la oportunidad de tener esta discosoma gaudy, una eclectus o hawbreaker estoy seguro que no la dejarías pasas.
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