Hace unos días leía un post de The Biota Group y yo me decía que este era un día importante para el acuarismo marino, pues, nuevamente una especie de nuestro pasatiempo reproducida y criada en cautiverio era ofrecida a nivel comercial. Sin duda esa noticia puso muy feliz a los amantes a la familia Syngnathidae, constituida por los caballitos de mar, los peces dragón (Phycodurus y Phyllopteryx) y los peces pipa pues Biota anunciaba que ponía a disposición del pasatiempo sus peces pipa de franja azul o Bluestripe Pipefish.
Pero ¿por qué me decía que era un día importante para el acuarismo marino?
Recordemos que los peces pipa capturados en su entorno de vida silvestre son difíciles de mantener porque prefieren alimentos vivos y por ello, muchos de estos peces que llegan a nuestros acuarios mueren de inanición y en consecuencia son peces que hemos estado recomendando solo para acuaristas expertos, con acuarios maduros que puedan satisfacer sus necesidades alimenticias.
Así que, cómo no pensar que con este anuncio de Biota estamos ante un día importante para el acuarismo ya que estos peces pipa de franja azul han sido reproducidos y criados en cautiverio y enseñados a alimentarse con pequeños alimentos congelados, fácilmente hoy disponibles en nuestro pasatiempo como los camarones de salmuera o artemia, mysis picados y calanus.
Una de las cosas hermosas de nuestro pasatiempo es que el mundo de los acuarios marinos, es tan vasto y variado casi como los océanos mismos, pues prácticamente hoy día podemos encontrar un acuario que reproduce la imagen de ellos, salvo los de la vida de las grandes profundidades y tal vez de los polos terrestres.
Sin tener que recurrir a las universidades o grandes acuarios públicos hoy podemos encontrar en las casas de los aficionados biotopos de acuarios especializados en anémonas, medusas, depredadores, manglares, pastos marinos, etc.
Entre las muchas especies que pueden habitar nuestros acuarios y los biotopos especializados están los que tienes caballitos, peces pipa y dragones los cuales, como dijimos pertenecen a la familia Syngnathidae y que destacan por su singular, forma, belleza y comportamiento. En este universo submarino en miniatura que tenemos en nuestros hogares, cada especie juega un papel, como explicamos esta semana en nuestra nota de la red trófica y los peces pipa no son la excepción.
En este contexto, la noticia de que Biota ha logrado la reproducción y cría en cautiverio para una comercialización mayorista del Bluestripe Pipefish, o pez pipa de franjas azules, es un hito importante en la acuariofilia marina. Esta especie, muy apreciada por los aficionados a los acuarios de arrecife pacíficos y biotopos especializados en la familia Syngnathidae es extraordinario pues ya puede ser adquirida sin tener que ser extraída de su entorno silvestre, lo que contribuye a la conservación de los ecosistemas marinos y por tanto a un acuarismo sustentable.
Los peces pipa son nativos de los océanos tropicales y subtropicales de todo el mundo. Se distinguen por su cuerpo alargado y delgado, que les da su nombre, posee una boca pequeña y tubular y una cola redonda y vistosa. El cuerpo es de color naranja con una franja azul a cada lado que se extiende desde el hocico hasta la cola. La cola es de color granate a rojo con marcas muy variables de color amarillo, naranja y blanco. El pez pipa de franja azul es el más pequeño, de los peces pipa, que podemos encontrar para nuestro pasatiempo. Esta especie se mantiene mejor en parejas de mayo y hembra o harenes de un macho y varias hembras en un acuario de 30 galones o más.
Dado que los machos son territoriales y no tolerarán la presencia de otros machos lo ideal es ingresar más de un pez pipa al acuario al mismo tiempo para evitar agresiones.
Los peces pipa son parientes cercanos de los caballitos de mar y comparten con ellos su peculiar forma de nadar, moviéndose en posición vertical y utilizando su aleta dorsal para desplazarse.
La alimentación es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta cuando se mantiene a estos peces en acuario. En la naturaleza, los peces pipa se alimentan principalmente de pequeños crustáceos, como copépodos y anfípodos, que capturan con su boca en forma de pico. Sin embargo, los peces pipa criados en cautiverio por Biota han sido entrenados para aceptar alimentos congelados, como la artemia salina o salmuera, mysis picados y calanus que están ampliamente disponibles en nuestro pasatiempo. Esta es una ventaja considerable, ya que facilita su alimentación y mejora su tasa de supervivencia en el acuario.
En cuanto a los parámetros del agua, los peces pipa prefieren un ambiente estable, con una temperatura entre 24 y 28 grados centígrados, un pH de 8.1 a 8.4 y una salinidad de 1.021 a 1.025. Además, debido a su naturaleza pacífica, es importante asegurarse de que no se mantengan con especies agresivas que puedan estresarlos.
El diseño del acuario también es fundamental para el bienestar de los peces pipa. Estos peces se sienten más cómodos en acuarios con abundantes refugios, donde pueden esconderse en caso de sentirse amenazados. Los acuarios con una densa vegetación y una estructura de roca compleja son ideales para ellos. Asimismo, dado que son pobres nadadores se debe evitar un flujo de agua demasiado fuerte.
Además de su belleza exótica, los peces pipa tienen un papel muy importante en el control biológico de plagas en el acuario. Son excelentes cazadores de pequeños invertebrados indeseables, como ciertos tipos de gusanos y crustáceos, como los anfípodos que llamamos pulgas rojas o red bugs que pueden ser un dolor de cabeza para nuestras acroporas. Al incluir peces pipa en el acuario que lo permita (por condiciones del acuario u otros peces), se contribuye al equilibrio del ecosistema en miniatura que representa el acuario marino.
Los peces pipa, aunque son criaturas fascinantes y hermosas, también son delicados y requieren condiciones específicas para prosperar en un acuario, más allá de que hoy les podamos dar alimentos congelados. En general, se pueden mantener con seguridad en acuarios con corales, siempre y cuando se eviten ciertas especies que pueden representar un peligro para ellos.
Por ejemplo, acuarios con anémonas o corales con tentáculos largos, como los corales cerebro, estos pueden ser un problema para los peces pipa. Como sabemos las anémonas y estos corales de tentáculos largos poseen estructuras defensivas llamadas nematocistos, que son células especializadas que pueden liberar toxinas muy potentes. Si un pez pipa inadvertidamente se acerca demasiado a una anémona o a un coral de pólipo largo, y tras de eso, son pobres nadadores, podría ser alcanzado por los nematocistos, lo que podría causarle daño o incluso la muerte.
Por otro lado, los peces pipa también pueden tener problemas con ciertos tipos de peces. Los peces que son particularmente agresivos o territoriales pueden acosar o depredar a los peces pipa. Además, los peces que son rápidos y eficientes alimentándose pueden competir con los peces pipa por la comida, lo que le dificultará a los peces pipa obtener la nutrición que necesitan, aún cuando les suministremos alimentos procesados, ya que estos otros más rápidos no les darán oportunidad de alcanzar el mínimo de alimentación para vivir correctamente.
También pueden ser dañados por invertebrados como cangrejos y camarones grandes.
En cuanto a la cría, los peces pipa son ovovivíparos, lo que significa que los huevos se incuban y desarrollan dentro del cuerpo del macho hasta que están listos para nacer. Este es un proceso fascinante que, hasta ahora, se ha observado principalmente en los caballitos de mar, pero que también se da en los peces pipa.
Después de un elaborado baile de cortejo, la hembra pegará sus huevos adhesivos en la zona cóncava de la parte inferior del tronco del macho. Una pareja establecida se apareará regularmente en un acuario si se alimenta bien y vive en las condiciones adecuadas. No es fácil determinar el género en ellos, pero los machos maduros suelen tener un aspecto aplanado debido al parche de cría, mientras que las hembras son más redondas. Con la ayuda de una lupa, se pueden ver papilas opacas en los hocicos de los machos maduros. Sin duda son detalles que nos pueden evitar introducir dos machos al acuario, pero, lastimosamente no siempre podemos conseguir ejemplares ya maduros y desarrollados para apreciar estos detalles.
Un aspecto que hace aún más interesante la presencia de los peces pipa en el acuario es su comportamiento social. Son peces pacíficos que pueden formar pequeños grupos, bueno en un harén en nuestros acuarios. Observar sus interacciones y su elegante forma de moverse es un espectáculo que aporta un gran valor estético al acuario.
Finalmente, es importante destacar, como lo hicimos en la nota sobre el cirujano púrpura, el valor de adquirir peces reproducidos y criados en cautiverio, como los que ofrece Biota. Al optar por peces acuacultivados, no solo se obtienen individuos que están acostumbrados a ver personas y a consumir alimentos comerciales, lo que no solo facilita su mantenimiento, sino que también se contribuye a la conservación de las especies y sus hábitats naturales.
Los peces acuacultivados son menos propensos a padecer enfermedades y a sufrir estrés durante el transporte, lo que mejora su tasa de supervivencia y su bienestar en el acuario.
Además, al adquirir estos peces apoyamos la investigación y el desarrollo de técnicas de reproducción y cría en cautividad, que son fundamentales para la preservación de la biodiversidad marina y sin duda para poder justificar nuestro pasatiempo como uno autosustentable y que gracias a el, hoy se genera conocimiento para preservar especies marinas de índole ornamental.
Comments