El trabajo puede orientar la reproducción selectiva y otros esfuerzos de conservación ante el rápido calentamiento de los océanos
Por Berly McCoy
13 de enero de 2021
Desde que el primero de cinco eventos de blanqueo masivo golpeó la Gran Barrera de Coral en 1998, los científicos han estado tratando de averiguar cómo proteger los corales del aumento de las temperaturas oceánicas causadas por el cambio climático. Pero la clave para la supervivencia de los corales puede estar ya dentro de ellos.
Hasta hace poco, determinar la respuesta de un coral al calor a nivel molecular era difícil. Pero eso fue antes de la amplia accesibilidad de la herramienta de edición genética CRISPR, que permite a los biólogos moleculares añadir y eliminar genes individuales.
En un artículo publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, los investigadores usaron CRISPR para identificar un gen de coral que los protege del estrés por calor. "La comprensión de los rasgos genéticos de la tolerancia al calor de los corales es la clave para entender no sólo cómo responderán los corales al cambio climático de forma natural, sino también para equilibrar los beneficios, las oportunidades y los riesgos de las nuevas herramientas de gestión", dijo Line Bay, bióloga de corales del Instituto Australiano de Ciencias Marinas en un comunicado de prensa.
Basándose en la investigación simultánea de un pariente del coral, los investigadores tuvieron la corazonada de que una proteína llamada Factor de Transcripción de Choque Térmico 1 (HSF1) podría desempeñar un papel importante en la tolerancia al calor de los corales. Para probar la idea, el equipo utilizó la tecnología CRISPR para mutar los planos genéticos de HSF1 en las larvas de coral.
Los investigadores inyectaron huevos de coral con el cóctel CRISPR para interrumpir la producción de proteína HSF1. Para entender el efecto que la eliminación de HSF1 tenía en la tolerancia al calor, el equipo subió la temperatura de 27 a 34 grados centígrados una vez que los corales alcanzaron el estado larvario. Descubrieron que mientras las larvas de coral con el gen HSF1 intacto sobrevivían, dos tercios de los mutantes morían. Las pruebas genéticas mostraron que el tercio sobreviviente de los corales mutantes había conservado en realidad algo del gen HSF1 no mutado, reforzando la idea de que es un factor clave en la tolerancia al calor.
Si bien el uso de CRISPR para analizar la respuesta de los corales al estrés es una nueva y emocionante herramienta en la caja de herramientas de conservación, tanto para llenar los vacíos de la biología como para comprender mejor las posibles herramientas de gestión como la cría selectiva, los autores advierten contra la ingeniería de cepas de corales resistentes al calor en el futuro próximo. Escriben "tales intentos deben ser abordados con extrema precaución, dado que nuestra comprensión de los mecanismos biológicos subyacentes sigue siendo tan primitiva".
La presente es una traducción literal al español de la nota publicada en el enlace: https://www.anthropocenemagazine.org/2021/01/crispr-sheds-light-on-how-corals-handle-heat-stress/